martes, 13 de julio de 2010

Subirse al carro

En la antigua Roma, el desfile triunfal lo abría el general victorioso subido a un carro de dos caballos (biga), con la cara pintada de rojo (nimiun) en honor a Jupiter Optimus Maximus, una estatua etrusca de terracota de ese color. Al lado, iba un esclavo que sostenía la corona de laurel sobre su cabeza y le decía cada cierto tiempo eso de “recuerda que eres un hombre”.
Una fiesta cívica como la de ayer demuestra, sensu contrario, hasta qué punto con excesiva frecuencia la clase política divide, excita los bajos instintos en beneficio propio, crea problemas con la pretensión de resolverlos después y ni consigue solucionarlos ni se muestra capaz de controlar a su propia criatura generadora de conflictos. Mientras, el pueblo, ajeno a esos afanes, quiere trabajar y disfrutar lo que pueda. Vivir tranquilo, vaya.
Que un gobernante se apunte los logros deportivos o de cualquier índole que se dan bajo su mandato, es lógico e inevitable, aunque no faltan los merluzos que acaban confundiendo el culo con las témporas: Franco –a quien el fútbol le traía al fresco- se adjudicó los éxitos del Madrid y el club acabó señalado como el equipo del Régimen. Lo mismo les pasó a Lola Flores o a Massiel. También fue celebre el episodio de un fotograma en el que se pedía el voto para el PSOE tras un gol de Butragueño durante el Mundial de México, en el partido en que la selección española venció por cinco a uno a la de Dinamarca. A veces, el descaro roza el ridículo: Una columna de Berna González Harbour (¡Viva el Partido de las Mujeres!, El País, 24-6-10), transcrita por Santiago González en su blog, lleva al paroxismo la apropiación: “Resultado del concurso: Partido Popular, 1; PSOE, 0. Esperemos que, al menos en Sudáfrica, lo hagamos mejor.”
Si España es campeona del mundo, ¿cómo no va Zapatero a reclamar para sí una mayor cuota de protagonismo? Lo peliagudo viene con la declaración que aparecía en el Marca del sábado: “España como país debe jugar como La Roja”. La pregunta es inevitable: ¿debe entonces cambiar el seleccionador (del país)? Mientras no diga, en el Debate sobre el Estado de la Nación, que le dio el pase del gol a Iniesta, bueno está. Claro que ahora empieza a entenderse que lo trasladara a esa fecha.
Está claro que la gente, en vez de tirar del carro, prefiere subirse arriba.
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Pido perdón a Casillas por "tomar prestado" su cuerpo para colocar a Zapatero en el autobús.

La naranja mecánica

¿Cómo que la selección holandesa no fue la naranja mecánica? Más que nunca. Entonó una oda a la violencia gratuita. Fue un partido bronco y copero con final de película con moraleja. Igual que en la obra de Burguess y en la de Kubrick, perdieron los malos.
Su juego fue la leche y el de España, el copón. Con perdón.

domingo, 11 de julio de 2010

Hasta la bandera

Lo del Estatuto se ha convertido en una guerra de cifras: 14 artículos anulados, 27 sometidos a interpretación y un 98% del texto (según el Ministro de Justicia) ratificado. De sus novecientas y pico páginas saldrán miles de análisis. En la manifestación hubo entre 56.000 (lo que supondría unos ¾ del Nou Camp) y 1.500.000 de asistentes. De lo que nadie se acuerda es de que en el referéndum apenas un 36% de los electores lo respaldaron y más de la mitad del censo ni siquiera se molestó en acercarse a las urnas.
Así que conviene ir por partes, como dicen que diría Jack el Destripador. Estos aprendices de brujo han pergeñado un Estatuto que resultó inconstitucional y ahora montan una manifestación y les sale independentista. Porque al primer convocante le pasó lo que a Bono, que por poco lo corren a gorrazos.
Los colores de la bandera se fundieron y se volvieron naranjas. De hecho, se vieron globos de ese color. Se enarbolaron enseñas tricolores de los Países Bajos. Muchos se descantan por la Holanda de, entre otros, Cruyff y Koeman, que les ganó su primera Copa de Europa, antes que por los catalanes del Barça: Puyol, Xavi –a pesar del Hernández- o Sergio (¿por qué no Sergi, dirán, como aquel lateral, Barjuán) Busquets. Y eso que el escudo de la Federación es obra de un reputado nacionalista: Tàpies. Dirán que “la pela és la pela”; máxima que rige en el fútbol como en la vida.
Con el asta de la bandera persiguieron a Montilla. Sin embargo, en los toros no hay cuestión. ¿O sí? La primera serie, de La Vanguardia, es un montaje, pero no la de El País en la que, con pocos minutos de diferencia, hablan de un herido en los Sanfermines por “hasta” y por “asta” de toro. ¡Lo que cambia una simple foto!
El mejor escribiente hecha un borrón. Con perdón de la hache.

viernes, 9 de julio de 2010

El hombre tranquilo

A Maradona le preguntaron sobre el juego de España y, con su habitual verborragia, empezó a largar. Luego le trasladaron a Del Bosque las declaraciones de ese a quien en Argentina llaman D10S y se limitó a decir que Diego era un buen chico, que le caía bien, aunque se ponía un poco pesado. Luis Aragonés es políticamente incorrecto, gruñon y sincero. Al pedirle a Vicente Del Bosque que opinara sobre unos comentarios que había hecho, se cerró en banda y afirmó que de su boca no iba a salir una palabra en contra de su predecesor en el cargo.
Aquí se dice que cada español lleva un seleccionador dentro. Por eso y por la dificultad que comporta participar en competiciones internacionales, muchos desde Kubala (Santamaría, Miguel Muñoz, Luis Suárez, Miera, Clemente, Camacho, Iñaki Sáez y el propio Aragonés) no han aguantado la presión y han acabado embroncados con la prensa. En algún caso, han llegado a aislar al equipo en el hotel de concentración.
Vicente Del Bosque es un hombre prudente, humilde, mesurado, respetuoso, concienzudo. El mundo (si no fuera el colmo de la pedantería, diría que empezando por el que suscribe) necesita gente así.

viernes, 2 de julio de 2010

La Roja (*)

Es absurda la polémica surgida en torno al novedoso apelativo de la Selección Nacional. De todas formas, aunque se atribuye a Luis Aragonés, y parece evidente que se ha hecho a imitación de otras (la italiana, la francesa, la brasileña, la argentina o la holandesa), yo no descartaría que el término “nacional” haya jugado a favor de buscar un nombre alternativo.
El martes, nada más acabar el partido, el federativo Pedro Cortés le pidió a David Villa su camiseta. Incluso se podía dudar de si salió a eso o a felicitar al delantero. Luego, la prenda se vio en manos del Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. Pero este aclaró que no era para él, sino para la hija del presidente y ministro de deportes, José Luis Rodríguez Zapatero. La hija del presi es muy roja y muy de la roja. Ahí está ella, desentonando un poco de su look habitual. Lo suyo nunca ha sido una cuestión de estilo.
—¡Viva Villa!
—¡Y viva Zapata!, que es casi tocayo.
—Papá, que estamos hablando de fútbol.
—Pues nada, ¡que viva la selección y que viva la Revolución!
La de rojo, que se la cojo.
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* El apodo de “La Furia Española”, rememoraba el Saqueo de Amberes del siglo XVI. Precisamente, en los Juegos Olímpicos de Amberes, donde España conseguiría la medalla de plata (el primer Mundial fue el de 1930), se disputó, el 1-9-20, el partido contra Suecia en el que, al parecer, se bautizó así a la selección. Fue entonces cuando Belauste le gritó a Sabino aquello de «¡Sabino, a mí el pelotón, que los arrollo!» Se atribuye a un periodista italiano el término de “La Furia Roja” al referirse a entonces la selección como “Furia Rossa”.

jueves, 1 de julio de 2010

Huelga de metrosexuales

A esta marcha la del Día del Orgullo Gay, en que los gayspanos han vetado a los gaysraelíes, va a coincidir con la huelga de los trabajadores del metro y Madrid se va a poner imposible. Más imposible. De ahí al infierno. Unos saliendo del armario, otros de la boca de metro.
Se podría organizar un servicio de carrozas para transportar al personal. Por lo menos al homosexual.

Se acabó lo que se daba

La conjunción astral que anunciara la Osa Mayor Pajín toca a su fin. La Presidencia europea se ha ido, nadie sabe cómo ha sido. Obama en el cielo: la Supernova sigue refulgiendo y el Agujero Negro Zapatero ha colapsado en el horizonte de sucesos espacio-temporal.
Pero ellos, con Donovan como estrella, se van para casa y nuestros astros del balón –Villa maravilla- siguen en la brecha. Tócame la vuvucela, que el menda es de Pucela.
Como ya vaticiné hace un mes: menos mal que nos queda Portugal.