Luis Tosar ha declarado que “el cine español es una industria precaria, sin pilares”.
Yo, sin ánimo de agotar la relación de cariátides que soportan ese Erecteion, el templo de la Atenea cinematográfica, apunto las siguientes (de derecha a izquierda): Pilar López de Ayala, una belleza helénica según los más exigentes cánones y diosa de la interpretación; Pilar Miró, heroína de la antigüedad, encarna la tragedia griega y ya ha sido elevada a los altares de nuestro cine; and last but not least Pilar Bardem, nuestra Electra, todo un clásico entre las deidades del Olimpo artístico e intelectual.
¿Y qué mejor nombre para las columnas que soportan la producción nacional que el de la patrona de la hispanidad? ¡Santiago (Segura) y cierra España!
Yo, sin ánimo de agotar la relación de cariátides que soportan ese Erecteion, el templo de la Atenea cinematográfica, apunto las siguientes (de derecha a izquierda): Pilar López de Ayala, una belleza helénica según los más exigentes cánones y diosa de la interpretación; Pilar Miró, heroína de la antigüedad, encarna la tragedia griega y ya ha sido elevada a los altares de nuestro cine; and last but not least Pilar Bardem, nuestra Electra, todo un clásico entre las deidades del Olimpo artístico e intelectual.
¿Y qué mejor nombre para las columnas que soportan la producción nacional que el de la patrona de la hispanidad? ¡Santiago (Segura) y cierra España!
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