jueves, 25 de septiembre de 2008

Ministros toreros

¿No lo decía yo? Está amnésico este hombre. Ahora, que tampoco se puede asegurar que sea desmemoria: a lo mejor es chulería a juzgar por cómo se quedó engallado, mirando de soslayo al tendido. «Nosotros no hemos negado nunca la crisis.»
En esa corrida, mano a mano, la otra protagonista fue Magdalena Álvarez. Ella ya no quiere ser Maleni. Lástima porque Malena era nombre, si no de tango, que decía Almudena –¡uy, perdón por el ripio!-, sí de milonga. «Dígalo fuera y lo pongo ante los tribunales», como quien le espeta a otro, arremangándose, “eso no me lo dice usté en la calle”. Magdalena, que le reprochó al interpelante el poco respeto que le tenía a las filtraciones, siguió en esa línea: «sí, me he equivocado, ¿pasa algo?» Debe constar en el diario de sesiones. ¡Qué pareja de baile! ¡Qué dúo!
¡Tooreros! ¡Tooreros! ¡Tooreros!

martes, 23 de septiembre de 2008

(Mala) memoria histórica


Solbes ha declarado hace unas horas: «Ésta es la peor crisis desde que tengo uso de razón.» Así, como suena, incluido lo del uso de razón. En fin: ojo, que eso da pistas.
El Hombre del Tiempo, Mariano Medina, dijo una vez algo parecido a lo siguiente: «Cuando los más viejos del lugar aseguran no haber conocido una sequía semejante, los más viejos del lugar tienen mala memoria, porque España es un país muy seco.» Aunque el domingo –y hoy, martes- el dibujante Ramón dedicaba su viñeta diaria de El País a los economistas que se ponen a debatir sobre el calentamiento global, esto no va de cambio climático sino de memoria. Y es que, parafraseando a Mariano Medina, sostengo que ese hombre de nuestro tiempo, ese mago de la economía, ese avispado analista, ese sagaz defensor del equilibrio presupuestario, ese adalid de la Hacienda Pública que es don Pedro Solbes, tiene mala memoria. O esto no ha hecho más que empezar –y entonces, agárrate a la escarpia que se cae el clavo- o la de los setenta (por ejemplo), desde la subida del precio del petróleo, en 1973, hasta el principio de la década siguiente, fue mucho peor que ésta. Yo, que soy bastante más joven que el Sr. Solbes, recuerdo cómo se veían agonizar los polígonos industriales, cómo cerraban las fábricas una tras otra, cómo crecía el paro y se disparaba la inflación sin que la crisis pareciese tocar fondo, sin que se vislumbrase luz alguna al final del túnel, un rayo de sol en el horizonte. En cualquier caso llueve sobre mojado y algo falla en su diagnóstico y en el conjunto de sus manifestaciones: ¿cómo va a ser peor esta crisis si la recuperación se espera, según afirma, para el segundo semestre de 2009?
El Ministro no se ha distinguido nunca por su clarividencia, ni siquiera por sus dotes deductivas. Con algo nos podemos consolar y es que, si trata de un vaticinio, sus previsiones, hasta ahora, han fallado una tras otra.
Resulta tan fiable, certero y preciso como una predicción meteorológica.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Crónica de sociedad

¿Vieron el artículo de arriba en la edición de ayer de El Mundo? No se sabe si era un gazapo, un conejo en la chistera o es que andaban carentes de noticias y colaron ésta como cuando sueltan una serpiente de verano. Parecía una errata enorme pero igual era otro roedor desconocido que se deslizó en forma de plantilla para maquetar la sección.
Por si no se ve bien, éste es el resumen. Un titular: “Título de tres líneas centradas para sociedad y cultura”; un subtítulo: “No tenía ganas ni necesidad del genial pintoras de malagubras para unas” (sic); una foto de una negra (en lenguaje políticamente correcto se llamará de otra manera, pero una negra es lo que se ve) acompañada de un loro. Éste mira a la cámara mientras aquélla mira al pajarito. Todo muy propio. Debajo de la foto, este texto: “Pie de foto falso para ver cómo queda esta página” y tanto el artículo como la foto vienen suscritos por un enigmático “Firma” (¿?) El texto, evidentemente confeccionado con la novedosa técnica del “copiar y pegar”, repite hasta tres veces la historia de un arbitro de 41 años, nacido en Bilbao.
El columnista decimonónico, cuando no iba en batín y pantuflas y escribía en su mesa camilla, se asemejaba a un oficinista gris dotado de una prosa llena de enjundia; tenía pluma de escritor de altos vuelos. En el siglo pasado, en buena parte gracias a Bernstein y Woodward y su Watergate, el gacetillero se convirtió en periodista de investigación. Su labor se ha ido parcelando en especialidades y algunas –como la del periodista deportivo o la del paparazzi- han alcanzado una pujanza inusitada. La invención de los medios de comunicación audiovisual revolucionó el periodismo y los reporteros se convirtieron en comparsa obligada en guerras y acontecimientos de todo orden. La prensa se fortaleció hasta convertirse en el 4º poder nominal, aunque en realidad se situaba a menudo por encima de los otros. Hunter S. Thompson ideó el periodismo gonzo, donde el cronista devino en actor fundamental de la trama narrada y Billy Wilder, en su Primera Plana, nos dio todo un recital de las malas artes de la profesión; un curso de ética periodística en negativo. Así hasta Jiménez Losantos, quien nos cuenta las verdades como puños, pero no por su tamaño o calidad sino por cómo las suministra. Y ahora El Mundo inaugura un género: el periodismo inexistente, en el que no hay sujeto, no hay noticia, no hay informador y no hay apenas nada. Pensábamos que el futuro venía ligado a Internet y relacionado con las nuevas tecnologías pero tal vez estábamos equivocados y la cosa va por este camino.
Nunca he creído que la prensa fuera fiel reflejo de la realidad, aunque, no sé, a lo mejor la reelabora dándole al vacío existencial un sesgo dadadista de banalidad humorística.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Mira por donde sale éste ahora

“Que nadie tenga ninguna duda, ya hay un consenso amplio de dónde se sitúa el origen de la crisis: en Estados Unidos y las hipotecas subprime” (Zapatero en el Congreso de los Diputados.)
¡Arrea! ¿De qué dice que tiene la culpa Estados Unidos? ¿De la crisis? ¿De qué crisis? ¿Luego crisis habemus? ¡Ah pájaro!
Zapatero no quería decirlo pero le ha obligado la realidad, que es una cansina, más pesada que las moscas. AvestruZP esperaba que escampase y resulta que arrecia.
¿Pero no quedamos que no había tal, que no hacía falta curar, ni siquiera prevenir, que no era preciso poner remedio a un mal inexistente, que no se podía tomar medidas contra una amenaza fantasma? ¿En qué quedamos? ¿Quién mentía y quién exageraba? ¿En qué quedan los reproches a la oposición? Sus regañinas parecían las de aquellos tiempos –las de ahora mismo en los países totalitarios-, cuando el que manifestaba algo incómodo para el Régimen se convertía en reo de traición.
Pronunció la palabra tabú. ¡Ay, ay, ay, que se nos ha vuelto antipatriota!

martes, 9 de septiembre de 2008

¡Qué puñetas!

Una vez alcanzado el acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial, a Federico Jiménez Losantos –eterno quejumbroso- le ha dado por lamentarse de que el PP suscriba el apaño a despecho de que, durante diez años (“cuando el PP era el PP”), figurase la promesa de reformar la elección de los vocales en el frontispicio de su programa electoral. Pues mira, no sé qué es peor, porque efectivamente el Partido Popular afectaba indignación con el sistema desde que se promulgó la LOCGPJ, allá por el año 85, pero se ve que ello no equivalía a voluntad cierta de cambio habida cuenta del tiempo que tuvo para demostrar y materializar su inequívoca decisión mientras gobernó, entre 1996 y 2004, y de lo que al respecto hizo en ese periodo.
Es el eterno problema: no importa la judicatura ni el órgano de gobierno de los jueces ni la madre que los parió; lo único que les interesa a todos es ejercer, hasta donde se lo permitan las circunstancias, todos y cada uno de los resortes de poder a su alcance. Por eso, unos y otros rivalizan en la obcecación de incumplir los programas, actuando o dejando de hacerlo en contra o al margen de los mismos. Ahora el PSOE entra a saco con el tema del aborto, cuando negó categóricamente en campaña que fuese a tocarlo en esta legislatura. En la pasada, el asunto estrella de la negociación con ETA brilló por su ausencia en el catálogo de intenciones del programa socialista. Otra cosa es el acierto en la acción de gobierno: uno puede estar de acuerdo con la cuestión del matrimonio homosexual (yo de hecho lo estoy) pero eso es irrelevante a la hora de denunciar la gravedad de su omisión en el programa. Claro que si los políticos se muestran testarudos a la hora de incumplirlo, los electores se obstinan en ignorarlo y así nos va...
Resulta llamativa la diferencia de comportamiento con la sociedad americana, donde si hay algo que no se tolera es la mentira. Durante el proceso a Clinton por su “desliz”, se destacó el hecho de que más grave que los escarceos sexuales en el despacho oval fue el engaño a la opinión pública.
Y aquí don Baltasar garzoneando. Si pudiera haber a las manos (al estrado) al fratricida Caín, lo procesaba por delito de lesa humanidad.