martes, 29 de abril de 2008

¿Piratas en el Índico?

Anda Moratinos, mándales a la flota de la SGAE que les cobra canon por copiar a Bartholomew Roberts, Francis Drake, Barbanegra, Henry Morgan, Patapalo, Sandokán, Rasputín, el Monje o Boca Dorada de Corto Maltés y él mismo, Capitán Garfio y Jack Sparrow, y les exige derechos de autor a cuenta de la obra de Espronceda.
Seguro que Teddy Bautista y sus hombres acaban con ellos.

sábado, 26 de abril de 2008

Periodistas de pacotilla

Tiempo atrás se organizó cerca de donde vivo un rally de 4 X 4. El reportaje televisivo se refirió entonces a la sorpresa de los pastores de la zona –como si fueran masais o watusis- al paso de los vehículos. Cabía preguntarse: "¿qué pastores?" Por aquí es mucho más chocante ver un rebaño apacentado que una procesión de todoterrenos. Por otro lado, ¡si hasta los del belén van ya equipados con móvil! La imagen televisiva, que dio la vuelta al mundo, del pájaro pringado de fuel que supuestamente se ahogaba en el lodazal del Golfo Pérsico, en la primera de las guerras, y que sirvió para denunciar las atrocidades de Saddam Hussein, se convirtió en todo un clásico. Cuando alguien reparó en el hecho de que aquella especie de garza no habitaba en la zona, se averiguó que las imágenes procedían del accidente del petrolero Exxon Valdez en las costas de Alaska. Hay montajes que no se pueden admitir ni como licencia poética. En el caso que hoy nos ocupa, ni siquiera se trata de que el titular quede más lírico o de aplicar el viejo aforismo (“no dejes que la realidad te estropee una buena noticia”); es sencillamente ineptitud. No sé qué es peor.
Me he extrañado esta mañana al enterarme de que Itziar Lamarain, única concejala del PP en Mondragón, se había abstenido en la moción de censura. El asunto venía rodeado de gran expectación y precedido de enorme ruido mediático. En coherencia con el ambiente, los periódicos han “informado” sobre el resultado de la “moción” desde su particular óptica: repartiendo estopa a Ezker Batua, al PP o a los nacionalistas. La verdad es que no había tales: No existía “información” ni “moción de censura” alguna.
El artículo 197 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General –según la modificación introducida en 1999- exige mayoría absoluta en el momento de presentarla; quórum que desde luego se debe mantener para que resulte aprobada. En la primitiva redacción de la Ley, la de 1985, se necesitaba tan sólo un tercio para tramitarla y bastaba obtener la mayoría absoluta en el momento de votar. No era, como ahora, un requisito previo. Es decir que la propuesta adolecía de un defecto formal invalidante que la convertía en un brindis al sol, un paripé, una tontuna. La exigencia de algún periódico o emisora de que se presentara de todos modos para que cada cual se retratase al votar, convertía la noticia y la forma de darla en el corolario lógico de tan peregrina ocurrencia.
¿Son idiotas o nos toman por tontos a los demás? ¿Es que no merecemos una explicación cabal o mínimamente rigurosa? ¿No hay en toda la prensa generalista nadie que coteje, que se informe para informar, que se cerciore, que contraste con los protagonistas, que acuda a las fuentes? ¿O es que temen que se les rompa el cántaro, ese alma de cántaro que tienen? Una de dos: o es pura desidia y holgazanería o es que no se enteran porque no dan más de sí.
Entre las veces que manipulan a conciencia y las que lo hacen inconscientemente, aviados estamos.

jueves, 24 de abril de 2008

Chacón los pone firmes

Se me podrá llamar malpensado –o si se quiere usar el ramillete de lindezas confeccionado por Daniel Anido, Director de la SER, en pleno arrebato de furor uterino: pajillero, reprimido, grasiento y putero-, pero me parece muy llamativa la noticia de que el Ministerio de Defensa haya restringido el acceso, desde las unidades militares, a las páginas web del Marca y del As, alegando saturación en la red.
Resulta inevitable relacionarlo con la queja expresada hace poco más de un año por Esquerra Republicana de Catalunya por ser esos los diarios deportivos que se ofrecían a los viajeros del AVE de la línea Madrid – Lérida. El 8 de marzo de 2007, se supo que el Diputado de ERC Jordi Ramón Torres iba a formular una pregunta en el Congreso en ese sentido.
Conociendo el ascendiente y la querencia de la Ministra, ¿no será un ataque de celos porque en el ejercito no se lee el Sport y el Mundo Deportivo? ¡Y qué le vamos a hacer si la tropa es más madridista que del Barça!
Chacón les quita el ratón. Es lo que tiene el hooliganismo.

Crisis de juguete

Es triquiñuela recurrente de los Ministros de Hacienda echar la culpa de la (mala) situación económica a la coyuntura internacional o a errores de administraciones anteriores, pero si la cosa va bien, no dudan en colgarse ellos las medallas.
Ahora que el gobierno ha renunciado a seguir buscando fórmulas escapistas, que ya no se aplica a marear esa perdiz y que los eufemismos sirven sólo para los trasvases, la prensa le regala un titular que es un tesoro, un auténtico salvavidas para negar la realidad (o la entidad) de la desaceleración económica, para interpretarla a su antojo: La crisis afecta a Barbie. It's only a Toy Story (but I don't like it).
Vaya, así que el avatar en la firma Mattel del matrimonio burgués de la clase media alta americana, Ken y Barbie, JASP y superstar, también sufre la subida de los tipos de interés y se las ve y se las desea para pagar su hipoteca (ello a salvo, naturalmente, de que se confirme la leyenda urbana de que Ken había salido del armario). Ya me los imagino apretándose el cinturón, haciendo recortes en vestuario, ajuar doméstico y gasolina; en todo menos en la cesta de la compra, que con las cosas de comer no se juega. Tendrán que aplazar el momento de traer hijos al mundo. Eso que se ahorran... no, ya no se puede ahorrar nada.
No sé yo si después de tanto Monopoly no acabaremos todos en el pozo del juego de la oca.

martes, 22 de abril de 2008

El caballero y el dragón I (relato)


Entonces no se sabía, pero ahora podemos decirlo con absoluta seguridad: Toda la ensoñación en la que vivió esa semana, cuando se sintió poseído por fuerzas extrañas, cuando vagaba entre brumas, en un universo mágico, no fue sino fruto de una enfermedad causada por la picadura de una garrapata. La fiebre botonosa le tuvo sumido en una profunda confusión mental, con malestar, agudos dolores de cabeza y en grave peligro. Sobre todo, frente a sí mismo.
Don Nuño había llegado con las huestes que tomaron el curso inferior del Ebro e iniciaron la conquista a los musulmanes de las tierras de Matarraña. Lo que pasa es que, entonces, esas cosas iban a su ritmo, sin demasiadas prisas. Además, los pleitos que tenía su señor don Alfonso en Occitania y la Provenza, apenas le dejaban tiempo para esos negocios de ganarle terreno a la morisma.
El rey, hijo de Ramón Berenguer, conde de Barcelona, y de doña Petronila, tomó el apelativo de un hermano de su abuelo, el llamado Batallador. Este don Alfonso pasó a la historia con el apodo de El Casto y fue el segundo que reinó con tal nombre en la Corona de Aragón (el primero fue el tío abuelo al que se ha hecho mérito) y con ese sobrenombre en los reinos hispánicos, porque muchos años antes hubo otro Alfonso II El Casto, pero en Asturias.
Don Nuño recibió del rey, en recompensa a sus valerosos servicios, un castillejo en regular estado, cerca de la villa de Perales, así como la mano de una sobrina del noble don Mingo, con su dote correspondiente. La muchacha acababa de cumplir los catorce años y no bien la hubo desposado se establecieron ambos en su nuevo hogar, aplicándose a la tarea de embellecerlo y a la de acrecentar la familia y la especie humana. Con el castillo venían los predios y casas que lo circundaban a una distancia equivalente a tres veces el alcance del dardo lanzado por una ballesta, y se incluía un molino, junto a un arroyuelo que llevaba sus aguas a las del Alfambra, y una herrería modestamente equipada.
Aunque el rey de Valencia, Ibn Mardanis, asediado por los almohades, se había convertido en tributario de Aragón, don Alfonso toleraba los asaltos en tierras levantinas por parte de los caballeros aragoneses. No se podía decir que animara a efectuar esas expediciones, ni siquiera que las autorizase de forma expresa, pero no estaban mal vistas y servían para entretener la belicosidad de sus guerreros. El aragonés colaboró con su cuñado, el rey castellano, en la conquista de Cuenca y hubo de cederle, no de buen grado, el mayor protagonismo en la incorporación de las tierras de Al-Andalus. Con Alfonso VIII firmaría la paz de Sahagún y el Tratado de Cazorla, que cedería a Castilla el derecho a la conquista de Murcia. Ya hubo de desistir una vez de ganarla para su causa, cuando atacó esta ciudad y la taifa de Játiva, de acuerdo con el emir sarraceno de Valencia que sucedió al fallecido Ibn Mardanis. Se vio obligado a retirarse a causa de una incursión de Navarra en las fronteras de Aragón. Por entonces, se pobló y refundó Teruel como base para lanzar ataques contra Valencia, dándole el feudo a don Berenguer de Entenza y concediendo a sus pobladores el fuero de Sepúlveda. Eran tiempos contradictorios, en los cuales convivían pacíficamente mozárabes en reinos mahometanos y morabitos en los lugares reconquistados para la cristiandad, y, mientras tanto, las mesnadas de unos y otros se internaban en territorio enemigo, se saqueaba a placer a los vecinos, se tendían celadas, se incendiaban casas y cultivos, se apresaba y exigía el pago de rescates, se protegía o sometía a vasallaje a reinos y señores y se defendía a las mujeres con la espada o se las tomaba por la fuerza. Don Nuño, que ocasionalmente formaba parte del séquito del rey cuando visitaba aquellas tierras, vivía a tres jornadas a poniente y otras tantas al norte de los dominios de los islamitas. Mientras no se guerreaba, él, lo mismo que otros infanzones jóvenes y fogosos, ponía a prueba su valor librando justas y torneos. Tenían las armas siempre a punto y de forma regular hacían prácticas de tiro. Con ello y con las cabalgadas a lo largo de las llanuras aragonesas, se mantenían vigilantes y prestos frente a las eventuales ofensivas enemigas. Nuño, además, atemperaba su espíritu combativo con la caza y las correrías que emprendió tras las mozas de los contornos, tan pronto su jovencísima esposa empezó a acusar cierto empacho ante tanto ímpetu amatorio como manifestaba.

El caballero y el dragón II (relato)

El castillo del que resultó alcaide, tomado a los moros, era poco más que un recinto murado, sin torre del homenaje y con escasas dependencias. Al menos, de esa guisa, el patio de armas quedaba despejado y amplio. Tenía, eso sí, un pozo de agua cristalina que aseguraba el suministro a los que pudieran quedar cercados en un asedio y aislados por tanto del torrente aledaño. Se hallaba emplazado sobre un altozano de escasa pendiente, coronando una mota desde la que se dominaba un paisaje llano, sin eminencias. Uno de los lienzos de la muralla, de ladrillo, ripio y mampuesto, estaba parcialmente derruido y se había quedado sin el adarve que permitía la circulación tras el parapeto y sin las propias defensas almenadas. Don Nuño ordenó su reconstrucción con sillares traídos de una cantera próxima y dispuso la colocación de merlones con aspilleras, para prevenir cualquier agresión. Aprovechó las obras para ampliar el foso, cambiar el rastrillo y dotarse de barbacana y puente levadizo, así como de torre bien protegida que le sirviera de morada.
Nuestro héroe era de espíritu inquieto y pronto acabó aburrido de su mujer, casi una niña. Ésta, a sus ojos, carecía de belleza o ingenio; no tenía conversación ni, para él, el menor interés o gracia. A los seis meses de matrimonio, la pasión que pudo sentir por ella se había esfumado. Tampoco el lugar le deparaba mayores emociones que la cercanía del enemigo, y el aliciente de las excursiones guerreras, cada vez más espaciadas, contra los agarenos. Estaba harto, en fin, de banquetes en los que acababa completamente embriagado –para que no le motejaran de islámico, aseguraba-, expeliendo ventosidades y dormitando sobre sus propios vómitos. Por eso, en cuanto la primavera trajo los primeros días de buen tiempo, se lanzó con desmedido afán a la caza de cualquier animal que rondara los sembrados o montes circunvecinos, ya fuera grande o chico, de pluma o pelo, comestible o no. Además, sus aventuras cinegéticas se sazonaban con ojeos a las labriegas de los contornos, lo que las dotaba de un mayor interés, ya que se trataba de cazar por partida doble.
En las primeras semanas salía de cacería con otros de su condición, caballeros y gente principal que eran dueños de las tierras contiguas a las suyas. Iban con crecida rehala de perros y halcones. Cuando sus nobles amigos se cansaron, se dejó de cetrerías y se hizo acompañar por un criado de su caserío que cargaba la ballesta y las piezas cobradas en una mula, le asistía a él y atendía a las cabalgaduras. Esquilmó de animales la región y cobró entre ellos fama de matarife, así que hubo de alejarse cada vez más de su territorio para encontrar fauna. Un día se quebró la cureña de la ballesta y quedó el arma inutilizable. Decidió, pues, despachar al criado de vuelta a casa con toda la carne que pudo echar en la acémila, que no cabía más de faisanes, liebres, jabatos, palomas torcaces, perdices y gazapos. Entregó un jabalí entero, sin descuartizar, en una venta que halló, y el resto en otras posadas, apalabrando a cambio alojamiento y comida, y siguió camino con su caballo y su mejor perro podenco.
Cabalgó en dirección a los montes que se situaban hacia levante, donde los moros, llegando hasta el pueblo recién conquistado de Peñarroya de Tastavins. En la espesura de los pinares de Beceite halló caza y refugio. Una mañana se levantó enfermo. Había dormido en una cueva y al apagarse el fuego quedó destemplado y no se pudo quitar el tembleque en una semana. Todavía intentó cazar un ciervo al amanecer con el triste resultado de que el venado, herido por una flecha, ensartó con su cuerna al perro que le acosaba y lo dejó muerto tras de unas matas.
En estado febril, tomó el camino de vuelta siguiendo el sol. Apenas conseguía sostenerse en la montura y las riendas le servían más para sujetarse que para gobernar al caballo. El animal, por misteriosa intuición, resolvió seguir la ruta de mediodía y poniente que le llevaría a las posesiones de su amo en pocas jornadas.
Así, con calentura, temblores, dolor de cabeza y articulaciones, llegó a un paraje próximo a su residencia. La sed le provocaba delirios, tenía diarrea y vómitos y había perdido el apetito. Una erupción empezó a llenar de granos sus extremidades y la fiebre vino acompañada de escalofríos y alucinaciones. La enfermedad misma le condujo a una beatífica sensación de quietud y bienestar.

Era Viernes Santo cuando llegó junto a una hoz del río Alfambra, entre la aldea de Galve y la villa de Perales, a unas dos leguas de ambas. Había cerca una cantera de piedra de donde se sacaban los bloques para las reparaciones de su casa y allí, sobre un matacán, se echó a descansar. Estaba en el primer sueño y a sus espaldas oyó un murmullo que, al poco, se hizo claro: eran los bufidos de una bestia. El animal empezó a estudiarle. Como buenamente pudo, apoyándose en el arco, se aprestó a hacerle frente con un vago sentimiento de resignación, dispuesto a sucumbir. El caballo, que reculó atemorizado y se cobijó en una arboleda, no le sirvió de ninguna ayuda. El monstruo, de porte imponente, que se erguía sobre las patas traseras para amedrentarle y hostigarle, pareció captar su debilidad, abandonó toda cautela y empezó a embestir de manera desaforada. Mientras blandía la espada con su mano derecha, como no era capaz de embrazar el escudo, enristró la lanza con la siniestra para intentar frenar el inusitado brío de aquel engendro. Tenía una descomunal cabeza, terribles mandíbulas y exhalaba un olor hediondo, nauseabundo. Parecía echar humo por los hocicos y llamas por los ojos. Las orejas, tiesas y pequeñas, asomaban puntiagudas entre la melena que le caía sobre la frente. De su boca surgían dos cuernos amenazadores, como los de un elefante, y su piel era basta y oscura, casi negra. Lanzaba unos gruñidos pavorosos.

lunes, 21 de abril de 2008

El caballero y el dragón y III (relato)

Indudablemente, se trataba de un dragón. Había oído hablar de esos seres fabulosos pero nunca creyó en semejantes habladurías y consejas.
La fiera le dio un tremendo revolcón pero la segunda acometida le pilló prevenido y respondió con un mandoble. Como el animal se quedara trastabillado, doliéndose del golpe recibido en la cara, lo remató clavándole la lanza en el costado. Arrastrándose sudoroso, consiguió llegar hasta el caballo, montarlo a duras penas y que le llevara tambaleante hasta el castillo.
Se llevó puesta encima la prueba de la existencia del endriago, en el molimiento de sus huesos y en la abundancia de los moratones que el bicho le dejó de recuerdo por todo el cuerpo, como marcas indelebles estampadas por un sello.
A su llegada le anunciaron que sería padre: En unos cinco meses –Dios mediante-, nacería su primogénito. Por eso, tardó en hacer memoria sobre lo sucedido. Cuando estuvo ya totalmente repuesto de sus fiebres y de las emociones de la paternidad, y después de dos semanas de violentos aguaceros que arrastraron cuanto encontraron a su paso en la comarca, volvió al lugar de la pelea pensando en erigir en él una ermita en honor a San Jorge, quien sin duda había guiado su brazo en aquel delicado momento. Las alimañas carroñeras habían devorado el cadáver dejándolo totalmente descarnado, en los puros huesos, demasiado mondo y lirondo para el poco tiempo transcurrido. Era un dragón impresionante. Desde lo alto del despeñadero que se abría sobre el lecho del río y sobre el escalonamiento de la cantera, podía divisar el esqueleto y hacerse una idea cabal de sus increíbles dimensiones. Calculó que tendría la altura de tres hombres fornidos y el peso de diez caballos.
En realidad fue una garrapata (probablemente del perro aquél, el que fue luego corneado por un ciervo), cogida al testículo derecho, lo que le provocó el error de confundir un jabalí furioso, por haber dado muerte a sus crías en un revolcadero adyacente, con un enorme dragón.
Y sin embargo, la fenomenal osamenta hablaba a las claras de un coloso bien distinto a un gorrino salvaje.
Entonces no se sabía, pero ahora podemos decirlo con seguridad: El monstruo terrible que creyó haber matado, el esqueleto que desistió –por lo que pesaba y porque se le deshacía en huesos petrificados- de llevarse como trofeo al castillo, era el fósil de un dinosaurio; un iguanodón del cretácico inferior.

¡Por San Jorge!


La Esperanza es lo último que se pierde

Esperanza Aguirre reivindica la autoría de haber encetado el debate de ideas en el PP. Gran cosa si fuera verdad. Hay que negar todas las mayores: no existe debate y tampoco se vislumbran ideas. En realidad, ni siquiera se observan diferencias de fondo entre los contendientes; únicamente que los patrocinados por la COPE parecen exhibir unas formas más chulescas, aplican el libro de estilo, el manual de la emisora y sacan con mayor frecuencia la caja de las tortas. Hay ligeros matices en asuntos como la forma de enfocar el 11-M, la trascendencia que se le da, y poco más. Si en algo lleva razón Espe es en eso de que su partido cae antipático al personal, pero parece que la receta que aplica es sostenella en la forma de hacer oposición y no enmendalla en modo alguno. En definitiva, ahondan en el error lanzando mensajes de consumo interno que no llegan al electorado, no porque no se pronuncien en voz alta y clara sino porque los votantes son refractarios a un tono tan agresivo. Diríase, al menos, que por ese camino han alcanzado su techo electoral.
Para avalar sus razones utilizan una prueba del nueve que es una soberana sandez: cuanto más le disgusta al Grupo Prisa la alineación, más convincente resulta. Por eso, Gallardón, mimado de El País, es un bellaco quintacolumnista. El certificado de origen se asemeja a los argumentos que usaba Joan Gaspart para descalificar a los contrincantes en la campaña por la presidencia del Barça y, más tarde, a los que le criticaban desde el seno del club. Aseguraba que esos eran los preferidos de la gente del Madrid. ¡Falso de toda falsedad! Gaspart era un manipulador y un fanático de maneras toscas, rudo y faltón, pero el mejor presidente que ha tenido el Barcelona para los madridistas. Con él, no ganaron ni un solo título.
La prensa hasta ahora afín ha llegado a un punto de no retorno. El trato que le están dispensando a Rajoy parece que no tenga vuelta atrás. Otro símil futbolístico: José Mª García en unas elecciones por la presidencia del Real Madrid participó de forma muy activa y beligerante a favor de Luis de Carlos y en contra de Ramón Mendoza. Butanito, que también estuvo en la COPE y venía cortado por un patrón parecido al de Federico (algo verdulera, con ansías de manejar los hilos del poder desde la sombra, emboscado tras el micrófono) rompió definitivamente su relación con el club a raíz de aquello. Su antipatía por Mendoza le llevó hasta los tribunales y se hizo extensiva a Florentino Pérez.
En fin ellos verán. A mí el que me interesa es el Madrid; ni el PP ni el PSOE.

sábado, 19 de abril de 2008

Con papel de fumar

La delegada del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Ángela Sanroma, ha dicho que las críticas a las ministras “son semillas que hacen que germine el maltrato y comportamientos machistas que una sociedad democrática no puede permitirse”. Pues ahora lo entiendo: Zapatero lo que quería era blindarse, amordazar las críticas a su gobierno. No estaba orgulloso; estaba siendo precavido. Claro que oídas las melonadas del majadero de Berlusconi –confirmando augurios de los malpensados- y sus nauseabundas declaraciones en las que calificaba de “demasiado rosa” al gobierno, puede que tuviera razón Zapatero al colocarse una venda previa a ese tipo de heridas.
En el extremo opuesto de semejante desahogo, en España nos la cogemos con papel de fumar. Obsérvese:
1. En las pruebas psicotécnicas de una oposición, se repartieron unos tests de personalidad cuya primera página advertía que, con el fin de simplificar, todas las respuestas se redactaban en masculino. Faltaba pedir perdón.
2. Esta acabada pieza de corrección política parece una broma pero no lo es en absoluto:

La utilización de determinadas consignas
en las manifas contra la guerra
Desde algunos colectivos feministas, queremos haceros llegar un pequeño comentario sobre la utilización de determinadas consignas en las manifestaciones y actividades contra la guerra.
Nuestro objetivo es, que desde las distintas organizaciones esto se tenga en cuenta para futuras movilizaciones.
Os solicitamos lo publiquéis en las diferentes páginas web y listas de correo contra la guerra, de forma que se difunda lo más posible. Gracias.
COMUNICADO ORGANIZACIONES FEMINISTAS
Después de estas semanas de multitudinarias manifestaciones en las que todas y todos hemos participado contra la guerra y contra la posición del gobierno del PP, queremos comentaros algunos aspectos de cara a futuras movilizaciones. Nos referimos concretamente, a la reiterada utilización de consignas que hacen referencia de forma vejatoria e insultante, al colectivo de las prostitutas y homosexuales, colectivos que llevan una dura lucha por su reconocimiento social y contra su estigmatización.
Aunque sabemos que hay expresiones muy arraigadas en el lenguaje coloquial, creemos que utilizarlas en manifestaciones reivindicativas plantea serios problemas, nos referimos concretamente a la utilización de “hijo de Puta” y “mariconazos”, como los insultos más vejatorios a quien creemos que realmente se merece lo peor, Bush y Aznar. Sin embargo, creemos que hay otras alternativas, que os proponemos difundáis, como por ejemplo:
En lugar de “Aznar, valiente, valiente hijo de puta”, gritar “Aznar, valiente vete tu al frente” ó “Aznar valiente, valiente terrorista” También, os sugerimos reproducir en las diferentes movilizaciones, el siguiente texto: “Las prostitutas y mujeres de vida alegre, sin fines de lucro, ACLARAN que EL Sr. AZNAR, NO ES HIJO NUESTRO” Saludos feministas y Solidarios.
¡ Esta Guerra la vamos a parar !
Asamblea Feminista de Madrid. Forum de Política Feminista. Centro Social Okupado de Mujeres. ¿La escalera karakola? Asociación de Mujeres Europeas Feministas (AMEFE). Organizaciones Feministas .

jueves, 17 de abril de 2008

La felicidad

No me resisto a reproducir la noticia que publicaba 20 minutos el pasado día 11 y a ilustrarla con la viñeta de Erlich que aparece hoy en El País (*).

El cerebro humano no está diseñado para alcanzar la felicidad
La causa de la infelicidad está en el cerebro emocional.
Esta sensación se alivia fácilmente con el lenguaje poético.
El objetivo de nuestro cerebro es la supervivencia.
La principal causa de la infelicidad del ser humano está en el sistema límbico, o cerebro emocional, una estructura que gestiona respuestas emocionales ante estímulos sensoriales.
En el cerebro emocional está, “toda la información que recibimos del mundo externo a través de los sentidos se impregna de matices emocionales, de placer o dolor, lo que realmente nos impide ser felices”. En definitiva, “el objetivo final en el diseño de todo cerebro es la lucha por la supervivencia”.
La infelicidad lleva aparejada la necesidad de aliviar el dolor que produce.
Estas son algunas de las explicaciones de Francisco Mora, catedrático y director del Departamento de Fisiología Humana, que ha participado en el ciclo “En tierra de nadie”, organizado por la Fundación de Ciencias de la Salud y la Residencia de Estudiantes.
A diferencia de los animales, el cerebro del ser humano posee una complejísima organización funcional, ha atisbado la conciencia de si mismo.
Desde el punto de vista de la literatura es más fácil escribir sobre la infelicidad. Esto se debe fundamentalmente a que la infelicidad lleva aparejada la necesidad de aliviar el dolor que produce, algo que puede hacerse fácilmente a través del lenguaje poético.
______________________
(*) Post scriptum. Pocos días después, este diario publicaba un artículo de Ana Pantaleoni, en el que apuntaba esta posibilidad: “La depresión se vuelve epidemia en la medida en que las mayores expectativas encierran más frustraciones. ¿Exigimos demasiado a la vida?”

lunes, 14 de abril de 2008

Gobierno de película

Zapatero ha nombrado un nuevo gobierno cuyos miembros y miembras han tomado posesión a lo largo de esta mañana. De lo que más orgulloso se siente –dice- es de que haya más mujeres que hombres. Ya puestos podía haber nombrado mujeres para todos los ministerios y estaría que no cabría en el traje. Hablando de cuotas, ¿cuántas son campanudas, cuántas cilíndricas y cuántas diabólicas? Es sólo curiosidad malsana.
El más novedoso ha sido el Ministerio de Igualdaz, aunque visto el resultado que dan los otros también dedicados a ideas y valores platónicos (educación, cultura o ¡justicia!), supongo que da lo mismo que se cree éste que el de Talante, el Ministerio de Tolerancia o el de Eficiencia.
Tras Federica Monseny, Soledad Becerril fue la primera mujer ministra de España, pero cuando se trataba de gobiernos de la derecha (fue Calvo Sotelo el que la nombró) se decía que les daban ministerios floreros. Pues a ver qué coña resulta ser esto.
La verdad es que con las competencias que le quedan al Estado tampoco tiene mayor importancia quién (hombre o mujer) se sitúe al frente de cada departamento, y Zapatero –que lo sabe de sobra- ha confeccionado su gabinete con un criterio que los analistas han ignorado pero que –estoy seguro- ha primado sobre otras consideraciones: el estético (eso sí, algo naif).
Decía Saramago (La balsa de piedra): "(...), lo que permite pensar que los gobiernos sólo son capaces y eficaces en los momentos en que no hay razones que exijan su eficacia o capacidad. (...) Porque, y es bueno que sobre esto no queden dudas, los gobiernos de salvación nacional son también muy buenos, hasta podríamos decir que los mejores que hay, lástima que las patrias sólo muy de tarde en tarde los precisen, por eso no tenemos habitualmente gobiernos que nacionalmente sepan gobernar."
¡Qué suerte! Salimos de la sartén para caer en el fuego, vamos de El Gran Dictador a Las vacaciones de Mr. Bean. Así nos luce el pelo.

jueves, 10 de abril de 2008

Entran bascas de oír según qué cosas

Con la firma de Javier Rodríguez Marcos publica hoy El País un artículo titulado “Ni vascos y vascas, ni diputados y diputadas” y subtitulado “Crecen las alternativas para evitar el masculino a pesar de la Academia - El nuevo Congreso se enfrenta a una moción para cambiar su nombre”. Empieza preguntándose el articulista si “tienen sexo las palabras o, simplemente, género”.
Sí hombre, ¡faltaría más!, y las letras también. No hay que echarle mucha imaginación al asunto para representarnos gráficamente la erótica de algunas, sobre todo mayúsculas. Si se puede hablar del sexo de los ángeles, ¿por qué no del de las palabras? Claro que también se habla de la violencia de género cuando habríamos de referirnos a la violencia de sexo (o machista si se quiere), por lo que cabe concluir que ambos términos son intercambiables. Hablar de violencia sexual podría sugerir otra cosa, pero menos atinado sería referirse a violencia general. Así que podemos acabar diciendo “generador de pollos” en vez de “sexador de pollos” y hablar de trabajadoras del género, enfermedades de transmisión genérica o capitán sexual.
La incorporación de la mujer a trabajos tradicionalmente reservados a hombres ha propiciado ese desdoblamiento, pero la cuestión es distinta y viene, a mi juicio, asociada a la problemática de las estructuras lingüísticas –y sobre todo mentales- de la corrección política. ¿O acaso no han existido las españolas desde... (bueno desde hace mucho: no es mi intención comparar aquí la antigüedad de su linaje con el de las vascas)?
Quizás no prospere el término “cancillera” para Merkel, como dice Mercedes Bengoechea, pero apuesto a que a la siguiente ya se la denomina así con la mayor naturalidad. Por cierto, a pesar de que no lo admita el DRAE, el corrector ortográfico del Word no lo subraya. Si sale elegida Hillary no habrá mayor problema porque en inglés no hay diferencia, pero lo bueno será ver cómo se “traduce” lo de la primera dama. ¿El primer caballero? No creo.
Cabría matizar al profesor Bosque que, si se generaliza el uso (del vocablo), el matrimonio pasaría a definirse como la “unión legal de dos personas” y sobrará aclarar su sexo (del mismo o de distinto, como dice el filólogo) por innecesario, redundante y tautológico.
Tampoco me parece que las mujeres se deban sentir ofendidas por el plural en masculino. No sólo rige la ley del mínimo esfuerzo sino también una elemental eufonía: “compañeros y compañeras” es cacofónico. Lo que resulta ridículo (y antes que nada, impronunciable) es la barra para separar las terminaciones de género o el símbolo de la arroba. Se llega a caer en excesos, en experimentos grotescos: ¿Quién no recuerda las “jóvenas” a las que apelaba Carmen Romero?
Una cosa es el sexismo discriminatorio y otra los usos lingüísticos. ¿Un ejemplo? En árabe, la conjugación de los verbos es distinta para el masculino y el femenino, en singular y en plural (e incluso en dual) y hasta existe un pronombre de segunda persona del singular, femenino, del que carecen las lenguas occidentales. ¿Alguien en su sano juicio afirmaría que las sociedades árabes son más avanzadas en el terreno de la igualdad de sexos (o en algún otro) que las anglo-parlantes, que las francófonas, que la europea o la española (la sociedad, no la española esa que cuando besa...)?
Respecto al cambio de nombre para el Congreso de los Diputados (y las Diputadas), se me ocurren muchas posibilidades, pero eso es harina de otro costal. O a lo mejor no...

lunes, 7 de abril de 2008

ZP en torre de marfil con ventana al exterior

Oír la COPE suele poner de los nervios pero hay que admitir que es saludablemente crítica con la derecha. Por contra, la SER es tan sumisa con el gobierno que resulta de un sectarismo rastrero y servil. El programa La Ventana constituye la columna editorial del Grupo Prisa. Ahí, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, notable intrigante, acreditado traidor a Suárez, y político prejubilado absolutamente incapaz en su momento de aglutinar las simpatías necesarias en el seno del PP para liderarlo, como pretendía, o de pasar el fielato de las urnas para cotejar su tirón popular (creo que nulo con esa pinta de niñato decimonónico y de pedante endomingado), sienta cátedra. Suele ser él, relamido y sabelotodo, resentido y envenenado con el fanatismo del converso, el que enuncia las teorías ya conocidas, el que hace saber las posturas del entorno del PSOE, desde su dudosa independencia e increíble oposición. Santiago Carrillo se limita a abundar en sus opiniones y la conductora, Gemma Nierga, emite unos gruñidos de asentimiento de resonancias orgásmicas. El otro (iba a decir el tercero en discordia, pero aquí no hay discrepancia alguna) es Pere Portabella. Hoy le ha corregido a Carrillo: La oposición no ha sido catastrófica durante estos cuatro años, sino catastrofista. ¡Qué armonía la que allí reina! Miguel Herrero ha acusado a la derecha de sacrificar a sus mejores hombres: ¡Fuera caretas y falsas modestias! Le han reído la gracia, patética y nada inocente. Una buena parte del programa la han dedicado a defender que Zapatero no pacte con los nacionalistas aun a costa de que la investidura se produzca en segunda votación. Estos mismos se han pasado la legislatura sosteniendo que los pactos eran muy positivos. Son maestros en ese arte de hacer de la necesidad virtud.
Lo más emotivo de hoy ha sido la manera encomiástica en que se han referido a la soledad del manager (con perdón a Vázquez Montalbán); una soledad que nos ha conmovido. A ZP se le vio en la cumbre de Bucarest triste y mohíno. En la radio han aplaudido su independencia y ensalzado su orgullo. Le han quitado importancia a la cuestión subrayando el escaso relieve de la personalidad de Bush y lo poco o nada que allí se decidía. Han analizado –por decirlo de algún modo- las causas y las nulas consecuencias, mientras tachaban la foto de oportunista. ¿Y cuál no lo es? Una foto consiste en eso, en la oportunidad, en el momento, en la fugacidad circunstancial del instante en que es captada. El meollo de la cuestión –hábilmente soslayado por estos palmeros- del retrato radicaba en la imagen que transmitía (valga la redundancia semántica). Y lo que hemos visto reflejaba el aislamiento del hombre y lo que representa (España). La Diplomacia, a menudo, se basa en los corrillos, ¡qué le vamos a hacer! Y eso, los corrillos que ignoran a Zapatero, es lo que desprecian en La Ventana para encumbrar a su jefe a la torre de marfil.

viernes, 4 de abril de 2008

Yo también

Sí, yo también me he bajado del eMule El Día de la Bestia y La Comunidad. Me autoinculpo, no por descargar mi conciencia (que en esa cuestión no lo precisa) del peso del pecado, sino por aliviar algo mi enojo. Como de la transgresión de descargarse cosas por Internet pagan (vía canon) justos por pecadores, éste que lo es (pecador pero también pagano) confiesa haber visto las dos pelis (entre otras muchas) fuera de los mejores cines, al margen de los circuitos de las salas comerciales, y reclama que le den la parte que le corresponda a Terele Pávez. Es justo ¿no?
Si se admite la objeción de conciencia fiscal para dedicar –o dejar de hacerlo- una parte a determinadas finalidades, supongo que en esto, los (ir)responsables también tendremos algo que decir.
Me han dicho que hace poco el SGAE rechazó un inventó para evitar los screeners consistente en una simple lámpara, colocada junto a la pantalla, que emitía rayos ultravioleta, no apreciados por el ojo humano pero que velaban la grabación de vídeo. Claro que si tomamos en consideración el número de películas españolas que circulan por la red, la respuesta de la oficina recaudadora se explica por sí sola.
Además de que el canon sirva para abonar el castigo preventivamente, uno sospecha que lo recaudado no se distribuirá con arreglo a ninguna escala de merecimientos que merezca tal nombre. Es lo de siempre: ¡Qué mal repartío está el mundo!

miércoles, 2 de abril de 2008

Perlas sin cultivar mucho, o más bien del todo incultas

El viernes, el diario 20 minutos publicaba este titular: “Un anciano senil, castigado por "mala conducta"” ¡Qué cosas!: los viejos seniles, los niños infantiles y los jóvenes juveniles.
Hace tiempo que vengo haciendo un somero inventario de gazapos en la prensa, sobre todo en las ondas. Se hablaba en la SER de la Ley de Reforma de la Enseñanza Secundaria y el catedrático de Derecho Constitucional Fernando Pérez Royo afirmó que “la Sra. Ministra ha contradecido su propio argumento”. Ni Iñaki Gabilondo (conductor a la sazón del programa) ni nadie le contradició. En La Ventana se debatía sobre la educación a cuento de una manifestación convocada por asociaciones católicas de padres de alumnos con el apoyo del PP y de la Conferencia Episcopal. Un sesudo tertuliano (desde luego no era ni Miguel Herrero ni Santiago Carrillo, tal vez Pere Portabella u otro no habitual en ese espacio) se refirió varias veces a la “aniversión” que estaba provocando la Iglesia en los sectores más progresistas. ¿Sería este individuo otra víctima de la LOGSE?
Más recientemente, en RNE informaban de que “se redució” el número de accidentes de tráfico. En la misma emisora se anunciaba la celebración de una misa por el eterno descanso del alma del Papa Wojtyla en la Iglesia de San “Estanislado”, en Polonia. En la vieja tertulia de la COPE, comentando algún programa de telebasura, el inefable Justo Fernández afirmaba que los había muy malos pero que “baten audiencias” (no records). En cierta ocasión, en el noticiario de las dos, se refirieron por dos veces a lo “disciplente” que había estado el Presidente del Gobierno.
Poco después de contraer matrimonio, en el canal televisivo Cuatro, el ¿showman? Boris Izaguirre se refería a su “cónyugue”. Ese vocablo es todo un clásico; igual que el verbo “preveer” (y a partir del infinitivo, toda la conjugación). A finales del pasado noviembre, se lo oímos al secretario general del PP, Ángel Acebes. En el programa de la mañana de Onda Cero daban cuenta de la defensa que hizo un político de las medidas contra la siniestralidad laboral, reclamando a todos los agentes sociales que “no coberturizaran” situaciones irregulares. En las noticias de medio día de Antena-3 una reportera se refirió a los objetos que unos ladrones “sustrayeron”.
Para rematar, un terrible lapsus: El mes de septiembre pasado, la Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, ante el naufragio del pesquero Nuevo Pepita Aurora, manifestó la necesidad de aferrarse a la esperanza de “encontrar con vida a los cinco cadáveres”.