Los “Manolos” dichosos manipulan que es
un primor. En la crónica del día siguiente al partido contra el Levante, para
adobar el perfil de Pepe, dijeron que “cuando la cosa se pone movida parece
inevitable que Pepe no dé un paso al frente [querrán decir que lo dé ¿no?]
hasta incluso encararse con toda la grada”. No ocurrió eso ni mucho menos. Se
trataba de un gesto de complicidad, en absoluto de provocación. Después de un
despeje contundente en los últimos minutos, en que sacó el balón del estadio, por
encima de la tribuna cubierta, se dirigió al sector próximo, al “gol visitante”
donde estábamos todos los madridistas coreando su nombre, para agradecer el
apoyo. Eran los graderíos a los que Iker lanzó sus guantes y su bota izquierda al
final del partido. Inmediatamente después afirmaban que, al pitar el árbitro el
final, se fue a celebrar la victoria en la cara de Juanlu; sin embargo en las
imágenes se ve claramente que en realidad se va a celebrarlo con Rui Faria y
que es el jugador del Levante quien pasa por allí y le mira (parece que le dice
algo) mientras Karanka abraza por detrás al defensa madridista. En esa tarde de
perros (y no daré nombres) hubo otros mucho más levantiscos.
El poder de la Cuatro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario