martes, 13 de noviembre de 2012

El cuarto poder

 
Los “Manolos” dichosos manipulan que es un primor. En la crónica del día siguiente al partido contra el Levante, para adobar el perfil de Pepe, dijeron que “cuando la cosa se pone movida parece inevitable que Pepe no dé un paso al frente [querrán decir que lo dé ¿no?] hasta incluso encararse con toda la grada”. No ocurrió eso ni mucho menos. Se trataba de un gesto de complicidad, en absoluto de provocación. Después de un despeje contundente en los últimos minutos, en que sacó el balón del estadio, por encima de la tribuna cubierta, se dirigió al sector próximo, al “gol visitante” donde estábamos todos los madridistas coreando su nombre, para agradecer el apoyo. Eran los graderíos a los que Iker lanzó sus guantes y su bota izquierda al final del partido. Inmediatamente después afirmaban que, al pitar el árbitro el final, se fue a celebrar la victoria en la cara de Juanlu; sin embargo en las imágenes se ve claramente que en realidad se va a celebrarlo con Rui Faria y que es el jugador del Levante quien pasa por allí y le mira (parece que le dice algo) mientras Karanka abraza por detrás al defensa madridista. En esa tarde de perros (y no daré nombres) hubo otros mucho más levantiscos.
El poder de la Cuatro.

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