martes, 14 de enero de 2014

La cuenta de la vieja

 
A Angela sí, pero a la vieja Europa –que decía ZP cuando España se alineaba con USA en el tema de Irak- parece que no se le puede criticar, que se le tiene un respeto excesivo. No sé si será por las canas.
Se ha pasado decenios concediendo subvenciones caprichosas, al cultivo del lino o al arranque de viñedos, al hermanamiento de municipios o a iniciativas variopintas y peregrinas, y ahora nos sale con esas.
El monstruo que ha generado el más enorme e inútil gasto burocrático conocido exige contención y recortes administrativos. Es verdad que los funcionarios suelen reclamar (solemos reclamar) austeridad, que se eliminen por innecesarias muchas plazas… siempre que no sean las nuestras. En eso no diferimos del resto de los humanos.

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