jueves, 12 de enero de 2012

Tomadura de pelo

Dirán que no estamos conformes con nada, que a ver qué queríamos. Ya. En principio, la idea era hacer un buen arreglo pero esto empieza a parecerse a una deforestación inclemente, una tala abusiva. Tras el cambio de turno, el peluquero retoca por un lado, mira al espejo e iguala por el contrario, una y otra vez hasta que acaba dejando al cliente al cero. ¿No habíamos quedado que solo las puntas? Como se descuide cortará hasta el cuello y rodarán cabezas.
Decía Tiberio que la lana sale del borreguito y que para poder sacarla cada año hay que esquilar al animal, no despellejarlo. Lo mismo pasa con el esfuerzo fiscal. No van a quedar rentas de las que sacar solidaridad a la fuerza.
A este paso, en poco tiempo, todos calvos.

No hay comentarios: