Zapatero negando la crisis y Rajoy afirmando que el rescate es un logro retratan el alejamiento de la sociedad de los presidentes del gobierno. Tomar posesión y divorciarse de la realidad es todo uno.
Siempre me he resistido a creer que el partido de la oposición pudiera desear que las cosas vayan mal por su propio interés electoral (aquello de cuanto peor, mejor), pero compruebo que es cierto, que ocurría y ocurre no solo con ellos sino –y eso es lo malo- también con sus partidarios. Las reacciones de antes y las de ahora van dejando cada vez menos margen a la duda. El problema es que cuando se ridiculizaba a Zapatero aún estaba abierta la puerta a la esperanza; pero las cosas no mejoran en absoluto y ya no vislumbramos solución. ¿Quién puede arreglar esto? Empezamos a pasar del catastrofismo a la desmoralización irreversible, hasta el extremo de que la gente va dejando de escuchar las noticias porque no confía en que haya remedio. No se percibe ninguna señal mínimamente alentadora: ni brotes verdes ni luz al final del túnel.
Mariano espera que ganemos la Eurocopa como lenitivo de nuestros males. Portugal perdió con Alemania (y eso que Angela Merkel no estaba en la alineación), Grecia, en el partido inaugural, empató con la anfitriona, nosotros hicimos lo propio con Italia y pronto nos las veremos con Irlanda. De momento, se ha vuelto a instalar el proverbial pesimismo en la afición.
En cualquier caso, quedemos como quedemos los pigs y los reds, la depresión no nos la quita nadie. Pero al menos tendríamos algo por lo que alegrarnos todos juntos otra vez.
Mariano espera que ganemos la Eurocopa como lenitivo de nuestros males. Portugal perdió con Alemania (y eso que Angela Merkel no estaba en la alineación), Grecia, en el partido inaugural, empató con la anfitriona, nosotros hicimos lo propio con Italia y pronto nos las veremos con Irlanda. De momento, se ha vuelto a instalar el proverbial pesimismo en la afición.
En cualquier caso, quedemos como quedemos los pigs y los reds, la depresión no nos la quita nadie. Pero al menos tendríamos algo por lo que alegrarnos todos juntos otra vez.
1 comentario:
Bien expresado ese estado de incertidumbre que se apodera de nosotros. Parece que no hay esperanza. La había cuando, estando Zapatero en el poder, se encontraba Rajoy en la oposición, a la espera de instalarse en La Moncloa. Pero ahora... ¿quién podrá sustituir a Mariano?
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