
Canal+ se inventó su propio pirateo de partidos en PPV y lo lanzó a la red para conseguir (y lograr) las mayores ventas de toda su historia del decodificador y del paquete básico. Algo parecido hizo Sony con la Playstation, aunque en el castigó llevó la penitencia porque la consola inviolable que sacó al mercado fue un fracaso de ventas. Uno de los hombres más ricos –y pirateados- del planeta, Bill Gates –también de los más copiones-, vio estrellarse su penúltimo producto estrella, el Windows Vista, ya que no permitía instalar nada, ¡ni el programa PADRE de Hacienda! Gravar un Cd con el canon digital para grabar en él ficheros propios debiera contemplar un mecanismo para recuperar su importe. No sólo no hay que pagarle a nadie la propiedad intelectual sino que la SGAE debiera abonársela al autor y propietario de los ficheros: el mismo que hace y graba; el gravado.
Ciertamente Cinema Paradiso hubo de cerrar, pero fueron las salas multicines las que lo empujaron a la ruina. Y ahora éstas prefieren lamentarse, como un disco rayado, y estiman unas pérdidas manipuladas y falsas, en vez de instalar un dispositivo ingenioso, barato y sencillo, consistente en cruzar la pantalla con infrarrojos, invisibles para el ojo humano pero que estropean cualquier grabación. Será para no tener que pagarle la patente a su inventor.
Y yo pregunto, ¿llevan canon digital las palomitas? Porque, hay que joderse...
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