Sé que no era esa la intención de los galardonadores (el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones), pero le han hecho un flaco favor a Obama con el premio. Le han puesto en la difícil tesitura de explicarlo ante una sensación de extrañeza generalizada. Él mismo se ha mostrado “sorprendido” y ha declarado: “El Nobel no es un premio a mis logros, sino una llamada a la acción”. Bendito el que viene en nombre del Señor, Obama en el cielo.
Puestos a premiar las buenas intenciones, ¿por qué no le dan a Zapatero el Nobel de Economía?
Puestos a premiar las buenas intenciones, ¿por qué no le dan a Zapatero el Nobel de Economía?
P.D. Días después, el 16-10-09, El País sacaba un artículo con el título “Nobel de la paz ¿o de comunicación?” y el subtítulo “La concesión del galardón a Barack Obama consolida la importancia de los mensajes más allá de los hechos.”
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