lunes, 20 de febrero de 2012

La relatividad de la gravedad

Zapatero presi (valga el ablativo absoluto: siendo Z.P. presidente) las agencias de calificación descalificaban gravemente la economía española. Luego, en vista de todo lo que han fallado y de los intereses (americanos) a los que sirven, las descalificaciones continúan pero se ha restado gravedad a la cuestión. Esta crisis nos está enseñando a relativizar que no veas.
El otro día se advirtió de que el gobierno de Rajoy había falseado las cifras del déficit de 2011 ante la Unión Europea para vender mejor los resultados de este año. Después, Bruselas lo desmintió. Seguimos sin saber si era un bulo, una absoluta falsedad o una verdad a medias.
Todo lo que sube, baja, y aunque la bolsa parece más encaminada a un desplome irreversible que a un rebote, ya no se toma como termómetro (más bien tensiómetro) de la economía. Ahora el déficit es el colesterol que amenaza con taponar las arterias e impedir de forma definitiva la circulación del dinero.
Todo es relativo. El ablativo absoluto está, como el latín, muerto y enterrado.

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