No es que estuviera confuso –que sigue teniendo claridad de ideas- es que, como a Michael Jackson, se le está aclarando el aspecto y la fisonomía, aunque hay que aclarar que el Presidente no usa tratamiento blanqueador. Es el pelo de Barack. Han saltado las alarmas y ha cundido el pánico. No se le va a caer (al menos de momento) pero se le está poblando de canas. ¡Sielos qué horror! Parecía mentira pero así están las cosas: Obama es humano.
El jueves, la prensa estadounidense (el New York Times, el Washington Post y la cadena Fox) alertó sobre lo rápido que ha encanecido: apenas han transcurrido 45 días desde que llegó a la Casa Blanca. Al día siguiente, los medios españoles se hicieron eco de la noticia. Según El País, durante la campaña, hizo lo que Reagan: teñirse. Zariff, su peluquero, lo niega. Zapatero, sin embargo, está pensándoselo, pero al revés, se va a llenar de hebras grises, a tintar de sal y pimienta; de ese modo se parecerá a George Clooney mientras su colega Barack Hussein se asemeja a Morgan Freeman. Por no decir a Don King. Sin embargo, las fotos comparativas que se han publicado tampoco aclaran el aclarado: la que supuestamente da fe de las canas parece más un efecto de la iluminación. El recurso es habitual en fotografía: se proyecta un foco de luz desde el fondo sobre el contorno de una figura, de manera que destaca el relieve con un fino halo blanco. Así le luce el pelo a Obama, y le reluce el perfil. Debe ser cosa de la presidencia porque hasta Clinton, el más joven de los que recuerdo, era de canez prematura. No todo iba a ser coser y cantar.
El jueves, la prensa estadounidense (el New York Times, el Washington Post y la cadena Fox) alertó sobre lo rápido que ha encanecido: apenas han transcurrido 45 días desde que llegó a la Casa Blanca. Al día siguiente, los medios españoles se hicieron eco de la noticia. Según El País, durante la campaña, hizo lo que Reagan: teñirse. Zariff, su peluquero, lo niega. Zapatero, sin embargo, está pensándoselo, pero al revés, se va a llenar de hebras grises, a tintar de sal y pimienta; de ese modo se parecerá a George Clooney mientras su colega Barack Hussein se asemeja a Morgan Freeman. Por no decir a Don King. Sin embargo, las fotos comparativas que se han publicado tampoco aclaran el aclarado: la que supuestamente da fe de las canas parece más un efecto de la iluminación. El recurso es habitual en fotografía: se proyecta un foco de luz desde el fondo sobre el contorno de una figura, de manera que destaca el relieve con un fino halo blanco. Así le luce el pelo a Obama, y le reluce el perfil. Debe ser cosa de la presidencia porque hasta Clinton, el más joven de los que recuerdo, era de canez prematura. No todo iba a ser coser y cantar.
De alguna manera, los gacetilleros han asumido el papel del esclavo que, en la antigua Roma, se colocaba en el carro del triunfo junto al general victorioso en su desfile por la Vía Sacra. El esclavo sostenía sobre la cabeza del general la corona de laurel de Júpiter Capitolino y le susurraba al oído: “Oh miles gloriosus, respice post te, hominem te esse memento” (¡oh soldado glorioso, mira hacia atrás y recuerda que sólo eres un hombre!).
Las nieves del tiempo platearon su sien. Tampoco es para mesarse los cabellos porque lo tiene fácil: que use el Yustformen. Justo. Es la ventaja de no ser nada más que un hombre.
Las nieves del tiempo platearon su sien. Tampoco es para mesarse los cabellos porque lo tiene fácil: que use el Yustformen. Justo. Es la ventaja de no ser nada más que un hombre.
1 comentario:
Pues si está así con 45 días, ¿cómo estará cuando lleve dos años,por ejemplo?
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