jueves, 22 de enero de 2009

Blogueros del mundo, uníos

Según ha denunciado Amnistía Internacional, el periodista Hossein Derakhshan, el más popular de los blogueros iraníes, nacionalizado canadiense, ha sido detenido en casa de sus familiares, en Teherán, y se encuentra en prisión incomunicada y sin asistencia letrada.
Son muchos y muy graves los atropellos de eso que se ha dado en llamar “islamofascismo” (término por cierto atribuido al estudioso musulmán Khalid Duran, quien lo usó por primera vez en el Washington Times) y así nos lo recordaba Serafín Fanjul en su reciente artículo La sangre de Yusra, joven apaleada hasta la muerte en Gaza por la “Brigada Antivicio de Hamás” por haber cometido el nefando delito de pasear por la playa con su novio (y una hermana, de carabina), con quien se iba a casar al mes siguiente. El espeluznante suceso nos lo había narrado en otra colaboración de Libertad Digital de hace casi cuatro años, antes de que estos canallas se hicieran con el control de la franja después de derrotar a Al-Fatah y de que los pupilos de Arafat, entregados a la corrupción, perdieran la legitimidad ante los suyos. Fanjul equipara el matonismo de esta gentuza con el papel de las S.A. en las cervecerías de Munich en 1932 o el caso más próximo y reciente de Batasuna. A mí, esa santurronería criminal me recuerda al comportamiento de Sabino Arana, según lo explicaba Jon Juaristi en El bucle melancólico, quien andaba de inspector por bailes y verbenas, cuidando de la “decencia vasca”. Todo indica que, más que del choque de civilizaciones que anunciara Samuel Hungtinton, nos hallamos cerca de la lucha de la civilización contra la barbarie, a la que aludió Oriana Fallaci.
Según publicaba ayer El País, el pasado noviembre, otro bloguero, Esmail Jafari, fue condenado a cinco meses de cárcel por “propaganda antigubernamental y difundir información en el extranjero”. Aseguraba, citando fuentes de Reporteros Sin Fronteras, que otros dos periodistas online, Mojtaba Lotfi y Shahnaz Gholami, se encontraban también detenidos. Seguía informando El País de que las autoridades iraníes habían bloqueado al menos cinco millones de páginas y junto a webs políticas o de música, había prohibido sitios como YouTube y Facebook, e incluso una popular página local dedicada a la búsqueda de parejas, Hamsarchat.
Desde aquí hago un llamamiento a toda la comunidad bloguera para que, por un elemental principio de compañerismo, haga oír su protesta y su mensaje de solidaridad con Hossein Derakhshan, y reclame su inmediata puesta en libertad.

1 comentario:

Mike dijo...

Leido. El Prróximo post irá de esto.

Saludos!