martes, 20 de enero de 2009

De color de rosa

Y es que en el mundo traidor nada hay verdad ni mentira,
Todo es según el color del cristal con que se mira
(Ramón de Campoamor, Las dos linternas)
Decía el doctor Marañón, refiriéndose a Valencia: “Pobre Levante, le pierde el espectáculo”. Pues así le pasa a nuestro Presidente y a toda su corte celestial, a su angelical coro de palmeros y palmeras, subid a la palma y decidle a la palmerita. El Plan E(cito) para combatir con fiero rigor la crisis, resulta, como no podía ser de otro modo en un gobierno tan esteta, una gran operación de cirugía plástica, un programa de un calado y una consistencia similares a los que exhibe José Luis. El acento que no se colocaba en el título de la norma, se pone en la necesidad cosmética de publicitar las actuaciones con un enorme despliegue de cartelería. Pero ese monumental parche, pan para hoy y hambre para mañana, peor el remedio que la enfermedad, se torna gris ante el lanzamiento de flores, confeti y fuegos de artificio con que lo recibe la afición. Son unos bocas de tal calibre que se hacen acreedores al continuo recuerdo del retruécano que le lanzó Zapatero a Rajoy (“es usted un profeta del desastre y un desastre como profeta”), convertido en boomerang maldito.
Emplean más esfuerzos, más tiempo y dinero, en pintar la realidad, en retocar superficialmente los problemas, que en tratar de arreglarlos. Maquillan hasta las previsiones. Si el informativo de mediodía de RNE no mintió ayer, Leire Pajín declaró que “las medidas adoptadas por el Gobierno de España han sido copiadas por muchos otros, incluido el de Obama” ¡Qué visionaria! ¡No ha tomado posesión y ya ha tomado medidas! Habrá tomado nota, si acaso, o puede haber tomado la decisión de aplicar el programa, pero ¿fusilarlo tal cual? Me extraña. Eso es autobombo con proyección de futuro, con capacidad adivinatoria. A lo mejor es que confían en que las cualidades taumatúrgicas de Obama hagan que el planecito funcione en España. Otras perlas han sido destacadas en distintos medios, pero ésta, donde doña Leire le hace la pelota al jefe a la vez que presume del don de la presciencia, no tuvo su oportuno reflejo ni siquiera en la web oficial del PSOE.
Y es que hasta Solbes, cuando reconoce que no le quedan más conejos en la chistera –confesión que le han afeado Lara y Fernández Toxo-, queda como un incurable optimista al lado de las previsiones procedentes de la UE, incluso las que vienen de un colega como Almunia. Al pobre le toca luego la ingrata labor de entregar las bicocas prometidas por el Presidente.
Pues nada, a quien Dios se la dé, San Pedro (Solbes) se la bendiga.

1 comentario:

Mike dijo...

¿San Pedro Solbes? Si le suben a los altares me hago budista!!!.