domingo, 22 de febrero de 2009

Magdalena a Siberia

Magdalena, la mejor vedette del gobierno, nuestra prima donna, se ha ido de tournée a ver cómo se las arreglan los rusos con la nieve. Pero ¿en qué quedamos? ¿No era culpa del hombre del tiempo / de la mujer de la tiempa? ¿No se dijo que el follón era en las carreteras de Aguirre y Gallardón? Que Maleni se vaya a Siberia a aprender a gestionar las nevadas equivale a una declaración de culpabilidad en toda regla, a una confesión de parte. A ver si es que se la manda Zapatero a Putin –igual que se la envió Chaves a él-, con una nota de recomendación para el Gulag.
Y, digo yo, aprovechando el momento Obama, ¿por qué no se ha ido a Alaska –un poner-a ilustrarse sobre el tema? Se puede hacer una porra:
a) A la Ministra de Fomento le interesa conocer una solución socialista (o heredera) y no del capitalismo salvaje.
b) Por miedo a encontrarse con Sarah Palin.
c) Porque, de paso, aprovecha para conocer como funciona el Transiberiano y puede implementar medidas en el AVE. Ave Magdalena, los que van a morir te saludan.
A Magdalena no la entiende el intérprete de ruso o siberiano o lo que sea. Y no te digo nada traducirla: ¡cualquiera! No es ella nadie explicándose, madre mía; lo que pasa es que, a despecho de su nombre, lo hace como si comiera polvorones.
—De Estepa.
—¿De la Estepa Rusa?
—No hombre, no, de mi tierra, de Sevilla. Yo soy Maleni de España y no la de Merimée.
Pues a ver si aprende.

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