Felicidades a todas las madres, incluso la de Rafael Díez Usabiaga, aunque por lo que a él concierne no está claro el motivo de los parabienes. De todas formas, a pesar de la dirección a la que apunta el epíteto, las madres de los hijoputas no suelen tener la culpa.
La última de Garzón: ha soltado a este elemento, acusado de pertenencia a banda armada, al asumir su alegato de que debía cuidar de su madre. Se ve que no podía hacerlo ninguna de las hermanas. Baltasar ha vuelto a no prevaricar y lo digo en serio. El problema es que confunde el culo con las témporas; en este caso, el inicio de un procedimiento por el Ayuntamiento de Lasarte-Oria (negado por el Consistorio), del que además formaría parte un inexistente informe de la trabajadora social avalando la necesidad esgrimida, con una petición de la madre del etarra. Esa es la madre del cordero y ahí está la pieza literaria. La madre que lo parió.
Cuando Ian Gibson pidió para el juez un sillón de académico, con ocasión de dictar el auto de procesamiento al franquismo, supongo que se refería a la Academia de la Historia y no a la de la Lengua, porque hay que joderse con la redacción. Una perla: “Obligación de comparecer DOS VECES EN SEMANA [¿Santa?] en la Comisaría…” (las mayúsculas son suyas). Quizás también tenga parte de culpa la mecanógrafa.
¡Madre del verbo divino y Madre del amor hermoso!
La última de Garzón: ha soltado a este elemento, acusado de pertenencia a banda armada, al asumir su alegato de que debía cuidar de su madre. Se ve que no podía hacerlo ninguna de las hermanas. Baltasar ha vuelto a no prevaricar y lo digo en serio. El problema es que confunde el culo con las témporas; en este caso, el inicio de un procedimiento por el Ayuntamiento de Lasarte-Oria (negado por el Consistorio), del que además formaría parte un inexistente informe de la trabajadora social avalando la necesidad esgrimida, con una petición de la madre del etarra. Esa es la madre del cordero y ahí está la pieza literaria. La madre que lo parió.
Cuando Ian Gibson pidió para el juez un sillón de académico, con ocasión de dictar el auto de procesamiento al franquismo, supongo que se refería a la Academia de la Historia y no a la de la Lengua, porque hay que joderse con la redacción. Una perla: “Obligación de comparecer DOS VECES EN SEMANA [¿Santa?] en la Comisaría…” (las mayúsculas son suyas). Quizás también tenga parte de culpa la mecanógrafa.
¡Madre del verbo divino y Madre del amor hermoso!
1 comentario:
Esas peliculas en las que el protagonista paga a un asesino a sueldo para que mate a alguien pero luego se arrepiente y quiere anular el encargo, pero ya es tarde, el asesino quiere cumplir con su encargo incluso por encima del cadaver del que lo ha contratado al protagonista al final no le queda mas remedio que cargarselo. O esa bomba de relojeria a la que una vez activada se le rompe el mecanismo para que no pueda ser desactivada, o el chiste del dentista y el paciente que le coge por los huevos y le dice, nos nos haremos daño eh? Todo esto me suena a tantas cosas
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