Nunca me gustó la comparación entre el Prestige y el incendio de Guadalajara porque las comparaciones entre desgracias son especialmente odiosas. Sí me pareció que en lo del petrolero había mucha afectación en la protesta y en la exigencia de responsabilidades. Ahora eso se puede ver más claro con la marea negra que se avecina sobre la costa de Luisiana. O al revés, porque Obama lo tiene negro.
Hay mucha porquería suelta.
Hay mucha porquería suelta.
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