lunes, 24 de mayo de 2010

Burros de carga

Los burros son los que van a soportar la mayor parte de la carga de la crisis.
Esta semana pasada me llegó un correo –de esos que circulan por la red- de este tenor:
“Se solicitó a un prestigioso asesor financiero que explicara esta crisis de una forma sencilla, para que la gente de a pie entienda sus causas. Este fue su relato:
Un señor se dirigió a una aldea donde nunca había estado antes y ofreció a sus habitantes 100 euros por cada burro que le vendieran. Buena parte de la población le vendió sus animales. Al día siguiente volvió y ofreció mejor precio, 150 por cada burrito, y otro tanto de la población vendió los suyos. Y a continuación ofreció 300 euros y el resto de la gente vendió los últimos burros. Al ver que no había más animales, ofreció 500 euros por cada burrito, dando a entender que los compraría a la semana siguiente, y se marchó. Al día siguiente mandó a su ayudante con los burros que compró a la misma aldea para que ofreciera los burros a 400 euros cada uno. Ante la posible ganancia a la semana siguiente, todos los aldeanos compraron sus burros a 400 euros, y quien no tenía el dinero lo pidió prestado. De hecho, compraron todos los burros de la comarca. Como era de esperar, este ayudante desapareció, igual que el señor, y nunca más aparecieron. Resultado: La aldea quedó llena de burros y endeudados.
Hasta aquí lo que contó el asesor. Veamos lo que pasó después:
Los que habían pedido prestado, al no vender los burros, no pudieron pagar el préstamo. Quienes habían prestado dinero se quejaron al ayuntamiento diciendo que si no cobraban, se arruinarían ellos; entonces no podrían seguir prestando y se arruinaría todo el pueblo. Para que los prestamistas no se arruinaran, el Alcalde, en vez de dar dinero a la gente del pueblo para pagar las deudas, se lo dio a los propios prestamistas. Pero estos, ya cobrada gran parte del dinero, sin embargo, no perdonaron las deudas a los del pueblo, que siguió igual de endeudado. El Alcalde dilapidó el presupuesto del Ayuntamiento, el cual quedó también endeudado. Entonces pide dinero a otros ayuntamientos; pero estos le dicen que no pueden ayudarle porque, como está en la ruina, no podrán cobrar después lo que le presten.
El resultado: Los listos del principio, forrados. Los prestamistas, con sus ganancias resueltas y un montón de gente a la que seguirán cobrando lo que les prestaron más los intereses, incluso adueñándose de los ya devaluados burros con los que nunca llegarán a cubrir toda la deuda. Mucha gente arruinada y sin burro para toda la vida. El Ayuntamiento igualmente arruinado.
Resultado ¿final?: Para solucionar todo esto y salvar a todo el pueblo, el Ayuntamiento ¡bajó el sueldo a sus funcionarios!”
Hoy publica el BOE el Real Decreto-ley 8/2010, de 20 de mayo, por el que se adoptan medidas extraordinarias para la reducción del déficit público. En su artículo 14 se refiere a la aplicación de las medidas a las entidades locales y establece que los recursos que se obtengan de la reducción de costes de personal se destinarán, en primer lugar, “a sanear el remanente de tesorería derivado de la última liquidación, cuando éste fuera negativo”. Hablando en plata: a cubrir el déficit; un déficit que han generado el Alcalde y el Concejal de Fiestas. Llevo varios posts anunciándolo. Incluso, con algo de mala leche, se puede relacionar al funcionariado con el episodio de Pinocho en el País de los juguetes.
En resumidas cuentas, que ya han encontrado a los burros para tirar del carro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado autor, el relato es buenísimo. Es hasta gracioso, si no fuese por la realidad que hay detrás.
Al final, como siempre, acaban pagando el pato los más desfavorecidos. ¿por qué no eliminan esos ministerios inservibles? ¿por que no replanteamos el estado de las autonomías? 17 parlamentos dan para bastante recortes, ¿por que no recortan o eliminan los gastos de la casa real? Total para lo que están...

Saludos