Emilio si lees este articulo escribe a este correo: JusticieroLazkao@gmail.com o pincha la siguiente web, que durará lo que dure, si no es saboteada, ahí te están recogiendo toda la ayuda que puedas necesitar, dinero (han abierto una cuenta y dice que tiene éxito), ofrecen casa, alojamientos, restaurantes, abogado, etc. en muchos lugares de España, durante tu 'exilio' de tu pueblo Lazkao: http://justicierolazkao.blogspot.com/
Por favor, dejad este mensaje en todos los blogs por si Emilio llega a leerlo. Que sepa que no está solo, hay muchas personas que están ayudándole sin saberlo él.
En http://www.hazteoir.org/ también te podrán dar referencias de la cuenta abierta.
Pásalo hasta que llegue a él. Gracias.
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No, no se puede usar la frase hecha, no se puede decir ”yo también soy Emilio Gutiérrez”, esté uno a favor, en contra, o sea reticente, porque, igual que el arranque de mala leche y valor lo tuvo él y nadie más, las consecuencias las va a pagar solo. Como mucho, con su familia. Una cosa es la empatía o la solidaridad y otra, bien distinta, arrogarse la autoría de actuaciones –sean o no heroicas- que son exclusivas de Emilio.
En blogs y foros, se han suscitado debates sobre si es lícito tomarse la justicia por su mano, sobre la moralidad de la ley del Talión, sobre lo comprensible o admirable de su respuesta visceral, de indignación y hartura, y hasta se ha hablado de un cierto grado de egoísmo, ya que ha reaccionado así cuando le han quemado su casa y no porque hayan matado a un guardia civil. Los hay que lo exaltan como un héroe, un Demolition Man, que, igual que David contra Goliat, se enfrenta a pecho descubierto a fuerzas muy superiores.
Yo, por mi parte, ponía ayer en duda la conveniencia de mostrar su cara en la prensa. A las pocas horas se hizo público que se veía obligado a abandonar su pueblo. Hoy, digo que tampoco era oportuno que apareciese su nombre. Bien, se ha hecho famoso y como esto casi no lo lee más que quien lo escribe, lo reproduzco también, pero no deja de parecerme una torpeza de los medios. La manifestación de los nauseabundos pro-etarras refuerza y justifica la corriente de simpatía que ha creado y de la que, más allá de esas polémicas, participo absolutamente. Ante el Estado de lenidad, que disminuye las penas de los verdugos y agrava las de las víctimas así como sus padecimientos, el estado de necesidad procura atenuantes y hasta eximentes de una conducta tal vez ilegal como ésta.
Como decía ayer, estoy con Emilio.
En blogs y foros, se han suscitado debates sobre si es lícito tomarse la justicia por su mano, sobre la moralidad de la ley del Talión, sobre lo comprensible o admirable de su respuesta visceral, de indignación y hartura, y hasta se ha hablado de un cierto grado de egoísmo, ya que ha reaccionado así cuando le han quemado su casa y no porque hayan matado a un guardia civil. Los hay que lo exaltan como un héroe, un Demolition Man, que, igual que David contra Goliat, se enfrenta a pecho descubierto a fuerzas muy superiores.
Yo, por mi parte, ponía ayer en duda la conveniencia de mostrar su cara en la prensa. A las pocas horas se hizo público que se veía obligado a abandonar su pueblo. Hoy, digo que tampoco era oportuno que apareciese su nombre. Bien, se ha hecho famoso y como esto casi no lo lee más que quien lo escribe, lo reproduzco también, pero no deja de parecerme una torpeza de los medios. La manifestación de los nauseabundos pro-etarras refuerza y justifica la corriente de simpatía que ha creado y de la que, más allá de esas polémicas, participo absolutamente. Ante el Estado de lenidad, que disminuye las penas de los verdugos y agrava las de las víctimas así como sus padecimientos, el estado de necesidad procura atenuantes y hasta eximentes de una conducta tal vez ilegal como ésta.
Como decía ayer, estoy con Emilio.
1 comentario:
GRacias por reproducir el mensaje!
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