En medio de la psicosis generada por el aumento brutal del precio de la luz, los medios de comunicación ayudan al gobierno en la tarea pedagógica emprendida para hacer llegar a los ciudadanos la buena nueva de los truquis con los que evitar las facturas eléctricas asesinas. Todo al final se resumiría en hacer horario de panadero para las tareas del hogar: planchar, encender el horno y poner la lavadora de madrugada. Aparte de algunas dificultades de orden práctico (¿y tender?), no sé yo si no acabaríamos así convirtiendo las horas valle en horas punta. Además, se apunta otra dificultad: el funcionamiento de los electrodomésticos contravendría la normativa de ruido y las ordenanzas municipales. Para demostrarlo, las televisiones aplican los sonómetros en la boca de los chismes, como si los estuvieran entrevistando, en vez de medir los decibelios que se transmiten al exterior, en la casa del vecino, vaya.
Los medios siempre informando con rigor desde el lugar en que se produce la noticia.