miércoles, 10 de diciembre de 2008

Derechos humanos y control de esfínteres

Hoy se celebra el sexagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la que siempre se llamó “Declaración de San Francisco”. Todavía son muchos, muchísimos, los países y regímenes que no los respetan, que (con perdón) se cagan en ellos. No vamos a enumerarlos porque son más que los otros.
Por cierto, acabo de sustituir la imagen que tenía en mi bitácora y que enlazaba con el texto. He puesto otra más moderna.
Son también muchas las personas que ignoran los Derechos Humanos, que al tiempo que los desprecian se cobijan en su seno. El cagón de Aitzol Iriondo (Gurbitz) es de los que se cisca en los Derechos Humanos (por más que luego exigirá su observancia para sí y los de su piara) y se mea en los pantalones cuando lo detienen.
Deseo fervientemente que se respeten los derechos humanos a escala planetaria e individual. También en lo que respecta a ese tipejo. Pero no me pidan que le tenga respeto a él como ¿persona?
¡Con lo valiente que se muestra Gurbitz para asesinar por la espalda a seres humanos, a la hora de matar a personas desarmadas! En lo sucesivo, la policía habría de colocar a los de ETA, cuando les detenga, unos pañales después de las esposas. Eso sí, mientras les informa de sus derechos.

1 comentario:

Mike dijo...

Coincido plenamente. En cuanto al meón, espero que tenga mas ocasiones de lo mismo en el talego. No puedo evitar desearlo.