jueves, 11 de diciembre de 2008

Homosexual y apaleado

Hace quince días, el 27 de noviembre, un hombre resultó muerto y otros dos heridos en una pelea entre gays, por cuestión de celos, en Madrid. Hubo entonces quien se preguntó –admitamos que con una pizca de cinismo y bastante mala leche- si había que enmarcar el suceso en la violencia de género y, en tal caso, en cuál: ¿el masculino, el femenino o quizás el neutro?
Ayer, el diario El Mundo publicaba la noticia que ilustra la imagen de arriba y que se refiere a Jose L. S. y a la chica de la foto, Rocío Ruiz, ambos víctimas de la violencia de pareja o doméstica, que es como tal vez se debió llamar siempre, ya que el género es un accidente gramatical, una de las categorías en que se pueden dividir los sustantivos, adjetivos y pronombres. El primero llamó al 016, al teléfono de atención a mujeres maltratadas, y no le atendieron, y Rocío solicitó una orden de alejamiento que no le fue concedida. Además, en una de las asociaciones de mujeres a las que acudió, le dijeron que no le podían dar la asistencia jurídica gratuita establecida en el artículo 20 de la Ley de Protección Integral, porque su agresor no era un hombre. La periodista autora del reportaje, Amaya García, afirma que el periódico contactó con el Ministerio de Igualdad, pero no obtuvo contestación. El suelto da respuesta al interrogante formulado: no es violencia de género.
A ver si al final tenían razón quienes reclamaban un tratamiento distinto del problema, castigando el delito sin predeterminar quién fuera la víctima o el victimario ni el sexo de una u otro. Tampoco, por supuesto, la orientación sexual puede ser un dato a tener en cuenta. Los defensores de la norma, tal y como está redactada, se posicionaron en la idea de que la agresión de una mujer a su marido era... ¿qué era inconcebiblemente machista o feminista? No pensaron en esta situación. De todos modos, hacer aquella “discriminación positiva” se ha revelado perfectamente inútil o, incluso, contraproducente.

1 comentario:

Mike dijo...

Hombre, la pregunta inicial, si uno se la toma en serio, tiene su aquél para contestarla...

Un complicado asunto a debate, basado en una tragédia.

Saludos.